Gestionar efectivamente nuestras emociones y relacionarnos bien con nosotros mismos juega un papel determinante para obtener la paz interior. La paz interior es el sentimiento de bienestar físico y emocional que experimentan las personas, es una experiencia de tranquilidad, relajación, amor propio, equilibrio interno y felicidad.
La paz interior es resultado de un trabajo personal interno que involucra la gestión emocional y la toma de consciencia. Experimentamos bienestar personal y paz cuando actuamos en coherencia, cuando lo que pensamos, sentimos y hacemos va en la misma dirección.
La forma en que cada uno asimila, interpreta y gestiona sus emociones y su personalidad influye en la manera como se manifiesta la coherencia, el equilibrio entre el cuerpo, la mente y el espíritu.
Es muy difícil sentirse bien y hablar de paz interior cuando estamos en desequilibrio, si no se gestionan los efectos de las emociones negativas, tales como la ira, el resentimiento, el miedo y la tristeza; posiblemente experimentemos una constante sensación de intranquilidad, frustración y falta de paz, dado que estas influyen directamente en nuestro bienestar personal.
Obstáculos para sentirse bien con uno mismo y tener paz interior
Son algunas actitudes y características de nuestra personalidad las que impiden que experimentemos paz interior y bienestar emocional. Dentro de estas podemos mencionar:
El Ego
Que ejerce una fuerte influencia en las personas, pues nos impulsa a creer que seremos más felices si tenemos más cosas que adquirimos desde afuera; estaremos bien y en paz cuando tengamos un título, mejor posición social, un carro, una casa, más trabajo, más dinero, etc.
Buscar la paz interior desde el engaño del Ego, tratando de evitar enfrentar el miedo, convierte a las personas en presas de una sociedad consumista, poco espiritual y emocionalmente enferma.
La necesidad de control
Querer que las personas hagan las cosas como queremos, cuando queremos o como esperamos; esto genera ira y frustración.
Expectativas exageradas y poco realistas
Esperar demasiado de las personas o que las situaciones sean como queremos o pensamos, es una percepción poco sana e ilusoria que produce tristeza y resentimiento.
Perfeccionismo y autoexigencia
Buscar la perfección en todo nos deja agotados, frustrados, enfadados y con la sensación de vacío y de no poder terminar algo, tenemos que ser realistas al valorar nuestras capacidades. Ejemplo: si tuviera tal casa, o tal auto, o tal peso, sería feliz.
Impaciencia
Incapacidad de esperar que las cosas sucedan, sin angustiarse, ejemplo: ¡Quiero perder peso y lo quiero perder ya!
El apego insano
Vinculación excesiva a personas, situaciones o cosas. El apego no es amor. Ejemplo: querer permanecer con una persona, aunque sea tóxica, dañina para nuestras vidas.
Estos obstáculos mantienen a las personas llenas de miedo, en una constante sensación de que su vida es un caos, llena de estrés, corren de un lado a otro tratando de alcanzar una cosa hoy y otra mañana, llenándose de ansiedad e insatisfacción con ellos mismos, experimentan cansancio físico, mental y emocional; y viven carentes de un espacio de descanso que les provea estabilidad, equilibrio, paz y bienestar.
Acciones que facilitan la gestión emocional y producen paz interior
- Medite cada día en la palabra de Dios.
- Acéptese a usted mismo, acepte a las personas y situaciones sin juzgar.
- Renuncie a tener el control y la razón en todo.
- Descanse en la provisión divina, trabaje por sus sueños, pero no se afane.
- Practique hábitos de salud para mejorar su bienestar emocional: relájese, escuche música, cuide su cuerpo, ejercítese, disfrute de la naturaleza, el sol, el agua y la buena comida.
- Cultive el amor propio, sea generoso con usted mismo y con los demás.
- Sea agradecido.
- Busque ayuda emocional, si es necesario visite un psicólogo o terapeuta.