Estoy segura que alguna vez has escuchado la afirmación: ¡cuando yo sea grande quiero ser como tú!, esta frase aparentemente común e inofensiva suele ser muy usada, pero no siempre entendemos el impacto que puede tener sobre el éxito o el fracaso que alcancemos en la vida.
En algún momento de nuestra vida nos hemos planteado la posibilidad de ser lo más parecidos a alguien que admiramos, o al menos aprender de ellos lo que creemos que les hace exitosos, sin tomar en cuenta sus verdaderas cualidades, su desempeño emocional y sus valores personales, sin considerar las consecuencias que a la larga podría acarrear esta elección.
En ocasiones y sin notarlo, uno elige como mentor a cualquier persona de forma superficial y sin conocerla realmente. Sin embargo, esta decisión no es una tarea fácil, si se reflexiona en el hecho de que esto influirá de forma determinante en todas las áreas de nuestra vida y en especial en nuestro ámbito emocional, deberíamos al menos entender el concepto de mentor y el grado de responsabilidad que implica la decisión de seguir a alguien como modelo.
Wikipedia define la palabra mentor como aquella persona que posee mayor experiencia, por sus conocimientos, logros y acciones y que es elegida por otras personas con un rango menor de desempeño en esas áreas, como maestro, guía, consejero, a quien le otorgan un alto nivel de influencia.
La realidad es que muchas personas eligen sus mentores por lo que aparentan ser y no por quienes son en realidad. Se enfocan en sus títulos y logros académicos, sus vidas aparentemente “perfectas” en las redes sociales y la cantidad de bienes materiales, su fama, fortuna y un sin fin de logros sociales, pero no se detienen a pensar, por un momento, en la calidad de vida emocional y espiritual de esa persona.
Todo esto parece hermoso a simple vista, pero el bienestar y el éxito a la manera de Dios no se trata de cosas materiales, sino de plenitud y espiritualidad. Esto convierte la elección de un mentor en una tarea seria y determinante para nuestro bienestar.
El impacto de un mentor en la vida de las personas es importante a nivel emocional, recordemos que los estados emocionales se aprenden por imitación, que las personas tenemos neuronas de espejo que son las que se encargan de repetir y aprender los estados emocionales con los que entramos frecuentemente en contacto, entonces si la persona que estamos siguiendo está mostrando un desempeño emocional deficiente, o no es coherente con nuestros valores personales, imitaremos su conducta inconscientemente y en lugar de bienestar nos causará conflictos internos y mucho malestar.
Esa es la razón por la que muchas personas pierden la motivación agotándose física y emocionalmente de perseguir un sueño que han asumido como suyo, pero que en realidad es ajeno, que solo los conduce a la frustración y al dolor emocional de la pérdida del sentido de vida y de propósito.
Debemos recordar que un mentor es alguien a quien decidimos seguir de forma voluntaria y a quien ponemos en primer lugar a la hora de tomar decisiones importantes. Un mentor no es alguien que te obliga a hacer cosas o te da consejos. Es alguien a quien queremos obedecer y le pedimos voluntariamente su opinión.
“Un mentor es alguien a quien decidimos seguir de forma voluntaria y a quien ponemos en primer lugar a la hora de tomar decisiones importantes”.
A continuación, te dejo cinco sugerencias para elegir correctamente un mentor:
1- Observa la condición espiritual de esa persona, alguien que no posee una vida espiritual armónica no es una referencia confiable para guiar a otros hacia el bienestar. Trata de que sea alguien cuya espiritualidad te inspire.
2- Presta atención a su desempeño emocional; un buen mentor es capaz de gestionar efectivamente sus emociones y las ajenas.
3- Observa si sus logros están en coherencia con sus valores personales y si estos últimos coinciden con los tuyos. Observa con detenimiento si vive a plenitud o en afán.
4- Procura con diligencia elegir a alguien que te inspire en su forma de trabajo y su integridad.
5- Elige a un mentor cuyo nivel de asertividad, empatía y compasión te inspire a mejorar tu vida y hacer de este mundo un mundo mejor.
Por último, no olvides que este mundo está lleno de gente noble y buena, si te encuentras leyendo esto de seguro eres una de ellas. Tú puedes ser el mentor que toda persona pueda desear tener.