Todos hemos tenido la oportunidad de ver y conocer personas que son incapaces de desprenderse de la mayoría de objetos y tienen la tendencia a acumular sin cesar, esta es en la mayoría de los casos una situación común que pasa desapercibida como parte de nuestra cotidianidad, sin embargo, en algunas ocasiones esta acumulación puede ser extrema y convertirse en un indicador de una afección emocional importante lo que hoy conocemos como:
El síndrome de Diógenes: este es una afección conductual caracterizada por el aislamiento social, la acumulación excesiva de objetos y desechos, en su mayoría sin valor alguno que afecta la independencia emocional y las condiciones de salubridad de la persona que lo padece que en su mayoría son adultos muy mayores.
Este síndrome es más común en mujeres y puede ser el reflejo visible de alguna patología mental previa como el trastorno obsesivo compulsivo, la demencia o depresiones previas.
Estos pacientes comúnmente experimentan sentimiento de soledad, tristeza, sensación de abandono o depresión que comienzan a reflejar a través de la tendencia a acumular para llenar la necesidad emocional del momento.
En la actualidad son muchos los casos que de este tipo que llegan a estados críticos y extremos por la tendencia a aislarse de los demás que presentan estos pacientes, esto les dificulta recibir apoyo y ayuda oportuna de profesionales, familiares y amigos, convirtiéndose en algunos casos en un problema que requiere intervención social.
Es importante destacar que este síndrome no debe confundirse con ser coleccionista, dado que estos se dedican a coleccionar objetos específicos, al que le asignan algún valor económico o emocional. En el síndrome de Diógenes por el contrario el paciente no puede desprenderse ni siquiera de la basura, es en esencia incapaz de dejar ir cualquier cosa.
Este trastorno posee características propias que por lo general son negativas como:
- Acumulación excesiva e irracional de cosas en su mayoría carentes de utilidad real como empaques vacíos, desechos limpios o sucios, con la idea de que más adelante los necesitara. Esto limita la vida funcional del paciente y ponen en riesgo su salud física y mental.
- Las personas que padecen este síndrome son mayores de 65 años en su mayoría incapaces de reconocer que están acumulando basura, dado que les asignan valor emocional a todos los objetos, como una forma de llenar un vacío emocional.
- Es más común en personas de edad avanzada, Especialmente en etapa de jubilación que no han realizado ajustes emocionales necesarios para esta etapa de la vida. aunque existen caso de jóvenes que lo han padecido.
- Se presenta como consecuencia de una patología emocional no resuelta o necesidades emocionales insatisfecha como: perdidas, duelos no resueltos y secuelas emocionales de crisis económicas severas.
Este síndrome presenta una gran variedad de síntomas, alguno muy comunes en cualquier tipo de adicción como son: sentimientos de soledad extrema, Depresiones prolongadas, aislamiento, sensación de abandono y soledad.
Recomendaciones para solucionar este problema:
Concientizar al paciente de que no es normal esta forma de conducta y que la condición insalubre del ambiente en que vive constituye una amenaza real para su salud y su vida.
Buscarle ayuda profesional de un psiquiatra, psicólogo y en algunos casos de un trabajador social.
Solicitar el apoyo de algún miembro de la familia o amigo que le asista como mentor para desarrollar un nuevo estilo de vida. (claro está en aquellos casos donde aún se pueda garantizar la independencia del paciente porque la edad y su estado de salud lo permita. Que además le acompañe emocionalmente en la labor de reacondicionamientos y limpieza de su habitad.
Sustituir las rutinas facilitadoras por hábitos más positivos como por ejemplo no salir a comprar solo.
Reconstruir y humanizar las relaciones con los familiares, es decir ayudar al paciente a salir del aislamiento, comenzar a hacer contacto y relacionarse con sus familiares y amigos.